Autor: Antonio Serra Mena
Pg: 773
Formato: 160x240 mm
Encuadernado: Tapa dura.
Libro a todo color que incluye mas de 500 fotografías orginales
Por fin aparece publicada una obra dedicada en profundidad al estudio de los rollos y picotas de nuestro país, incluyendo el primer catálogo completo de estas columnas en España. Hasta la fecha existían algunas obras consagradas al estudio de estas insignias jurisdiccionales por provincias españolas (Guadalajara, La Rioja, Cáceres o Toledo). Ningún autor había acometido sin embargo la difícil tarea de censar todos los rollos y picotas que aun se conservan en nuestro país. Nueve años de viajes por los pueblos de España ofrecen un resultado sorprendente: frente a la común creencia de que no pasaban de 150 ejemplares, el autor nos descubre la existencia de 400 rollos y picotas distribuidos por prácticamente toda nuestra geografía.
El libro se divide en dos partes: una primera está dedicada al estudio del origen de estas columnas jurisdiccionales y penales, su utilización, evolución y significación. Repasa el autor los primeros documentos -del s. XII- en que se hace mención a la pena del costell o la picota en nuestro país, haciendo un recorrido a continuación por los textos normativos municipales (ordenanzas, establiments u ordinacions) de los siglos medios en los que se recoge la pena de picota. Se pone de manifiesto a través del periplo cronológico que establece el autor por estas ordenanzas cómo la pena de picota ha estado presente desde el s. XII hasta el s. XVIII en la normativa municipal de localidades distribuidas por toda la geografía española.
Dedica el autor otro extenso apartado al reflejo que tenía en la práctica punitiva medieval la pena recogida en las ordenanzas municipales. Se acredita de esta manera la aplicación auténtica y efectiva de la pena de picota (o costell) por los juzgadores locales y superiores en los tiempos medios. La pena de vergüenza pública y la de argolla son igualmente analizadas por el autor, estableciendo similitudes y diferencias con la pena de picota.
Una breve referencia a la picota en Europa (no estamos ante un cuerpo arquitectónico penal castellano, como erróneamente se había pensado durante muchos años) y a las figuras afines a los rollos o picotas (cruceros, pairones, rollos heráldicos, etc.), se incluyen igualmente en la primera parte del libro.
El privilegio de villazgo como origen de la erección de rollos y picotas es también diseccionado por el autor, al tiempo que afronta el estudio de las relaciones entre señorío y colocación de rollo señorial.
La segunda parte de esta extensa obra recoge el corpus de rollos y picotas existentes en nuestro país. Se incluyen exactamente 401 ejemplares, identificando el autor la causa y momento de su erección, su ubicación en el pueblo y su descripción, a más de incorporar una o varias fotografías de cada ejemplar.
Estamos ante una exigente obra de estudio y catalogación de estos olvidados monumentos, que contribuirá sin duda a aumentar el respeto hacia estas insignias jurisdiccionales, y que será de interés tanto para historiadores del Derecho como para estudiosos del municipalismo medieval y moderno, penalistas, o simplemente vecinos de las localidades que aun conservan en su plaza un esbelto rollo o picota.